He encontrado esta noticia en la revista IAGUA y como me parece tan sencillo esta forma de reciclar pongo el enlace a esta noticia y también pongo seguido el texto sin fotos como en el blog de donde la he sacado .
Si la leeis en el blog original , cada enlace que esta en otro color vais al articulo correspondiente.Asi pues mejor leerla en el enlace siguiente
Vale la pena pensarlo un momento, pues no tiene desperdicio .
La noticia es la siguiente
Deja de reciclar y bebe agua de grifo
Hoy vengo por aquí a compartir 3 ideas sobre el apasionante mundo de
los residuos:
- No podemos fiarnos de los datos que publica la prensa.
- Los problemas no acaban cuando depositamos nuestra basura en contenedores de colores.
- La solución está en comprar menos envases de usar y tirar.
La Unión Europea dice que los
españoles sólo reciclamos el 20 % de nuestros residuos urbanos. Por
supuesto, los españoles estamos por encima de esta basura de datos. Tenemos universidades,
centros de investigación y escuelas de negocios manos a la obra:
retorciendo los datos consiguen titulares mucho más atractivos para la
prensa... ¿qué 20%? ¡los españoles reciclamos el 74%! no, mejor todavía... ¡el
80%!
Mientras
lees esto quizá tengas una botella de plástico a mano. No pasa nada, ya sabes
qué hacer con ella: eres muy ecológico y la vas a reciclar. Pero hay una
solución mucho más sostenible: enseñando a los niños a beber agua del grifo
le ahorramos al planeta el consumo de materias primas y unas cuantas toneladas
de residuos.
Otra
estadística: cada uno de nosotros tira unos 1.709
envases al año.
Salen a cuatro y pico al día. No sé qué pensará tu nutricionista de que bebas
cuatro cocacolas al día, pero para frenar los estragos de la obesidad y la
diabetes en los sistemas de salud pública Naciones
Unidas ha sugerido un impuesto como el del tabaco para los refrescos.
Reciclando
nuestra conciencia se queda tranquila, tiro una botella y compro otra nueva,
pero… ¿al planeta cómo le sienta tanto envase de usar y tirar? ¿es suficiente
con depositar nuestras botellas de plástico al contenedor
amarillo?
Pues no. Amiguitos y
amiguitas, os traigo una revelación: el reciclaje no ocurre en el contenedor
amarillo. Eso es sólo la prerecogida. Después viene un camión, lo lleva
todo a una planta de clasificación donde recuperarán lo que buenamente puedan…
Alguien tendrá que comprar el material obtenido para utilizarlo como materia
prima y hacer esa magia por la que nuestros residuos dejan de ser basura y se
convierten en recursos para fabricar nuevos productos que podemos
seguir consumiendo y tirando.Después de todo este proceso sólo somos capaces de reciclar en nuevos envases el 2% de los envases de plástico que se ponen en el mercado.
¿Qué pasa con el resto?
Unas 32 botellas se perderán: las tiraremos en la calle, en el
parque, en el campo, en las playas… de allí, recorriendo más o menos
kilómetros, acabarán
en el mar, donde poco a poco se irán degradando en pequeños fragmentos. Y como
el plástico tiene la manía de no quedarse quieto volverá a casa por Navidad, en
forma de pescado. Y no será hoy ni mañana, ni dentro de un mes… pero te
acabarás comiendo la botella de plástico de la que bebías cuando te sentase
delante del ordenador.
De las 100, otras 40 botellas irán a vertedero. Ahora mismo
tenemos un camión depositando envases de plástico y latas de bebidas que, en el
mejor de los casos, se enterrarán para siempre con otros materiales
reciclables.
Otras 26 se pierden en los procesos de clasificación, se incineran,
sufren accidentes, se mezclan con otros residuos que dificultan su reciclaje…
sólo 2 de las 100 botellas con las que empezamos el repaso volverán a ser
botellas.
¿Qué harías para evitar esta catástrofe económica y ambiental de
plásticos que contaminan los océanos e intoxican nuestros alimentos?
Es muy fácil evitar
las botellas de plástico y está al alcance de nuestra mano: para eliminar
el plástico de nuestra dieta y la del planeta sólo tenemos que dejar de comprar
botellas de plástico y beber agua del grifo. Cuatro
ideas:
- Somos privilegiados con acceso al agua potable y a los envases de plástico. En vez de estar hablando sobre cuántos kilómetros recorremos hasta el pozo más cercano nuestro problema es qué hacer con un residuo fruto de una forma de consumo que muy pocas personas en el planeta se pueden permitir.
- El agua del grifo es segura, de calidad y barata. Si no lo crees mira la factura y calcula cuántos litros puedes sacar del grifo con lo que te costó la botella que tienes a tu lado.
- Los envases reutilizables ayudan a reducir los residuos que generamos. Si el botijo os parece poco práctico podemos pasarnos al acero o al vidrio, más fáciles de reutilizar y de reciclar, no son sospechosos de contaminar los alimentos que contienen y, sobre todo, no se quedan flotando en el océano a la espera de que se los coman los peces.
- Presumamos de las cosas que hacemos bien, que a nadie le dé vergüenza pedir agua del grifo en vez de pagar botellas de plástico.
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El planeta, los peces y nuestros hijos nos lo agradecerán.
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¿Te ha gustado? Es parte de lo que podrás ver en el vídeo de mi
participación en la cuarta edición del evento Ignite Madrid.
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